Los feos se creen más guapos de lo que son, según un estudio

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Los cánones de belleza cambian con el tiempo y la inclusión va ganando cada vez más espacio a medida que pasan los días. Si echamos un vistazo al pasado, veremos que lo que se consideraba bello a principios de los años 2000, hoy ya no lo es. Y probablemente las personas que hoy nos parecen bellas, serán vistas con otros ojos por las generaciones venideras.
Sin embargo, el concepto de belleza, además de variar de una persona a otra, cambia mucho con el paso de las décadas. Esto ocurre en todo el mundo, pero algo que prácticamente todo el mundo puede ver son las disparidades entre las personas atractivas y las que no lo son.
Y según los estudios, las personas más bellas entre nosotros tienden a tener salarios más altos, les resulta más fácil conseguir ayuda, evitan algunos castigos y son percibidas como personas competentes. Por si fuera poco, los estudios también sugieren que las personas bellas tienen relaciones más cortas, pero tienen más parejas sexuales y más opciones de relaciones románticas.
Descubrimiento
Sin embargo, ahora una nueva investigación ha puesto de manifiesto otra disparidad. Han demostrado que las personas poco atractivas parecen ser menos capaces de juzgar con precisión su propio atractivo. También tienden a sobrevalorar su aspecto, lo que contrasta con las personas guapas, que tienden a valorarse con más precisión o incluso a subestimar su belleza.
Esta investigación se basó en seis estudios en los que se pidió a los participantes que calificaran su propio atractivo y el de otros participantes, que eran personas desconocidas. En los estudios también se les pidió que predijeran cómo les calificarían otros voluntarios.
El primer estudio, cuyo autor principal fue Tobias Greitemeyer, descubrió que los participantes más propensos a sobrestimar su atractivo se encontraban entre las personas menos atractivas según las valoraciones medias.
"En general, los participantes poco atractivos se juzgaban a sí mismos con un atractivo medio y mostraban muy poca conciencia de que los extraños no compartían esta opinión. Por el contrario, los participantes atractivos tenían más percepción de lo atractivos que son en realidad. Parece, por tanto, que las personas poco atractivas tienen autopercepciones ilusorias de su atractivo, mientras que las opiniones de losLa gente atractiva está más basada en la realidad", reflexionó.
Análisis
Entonces, ¿por qué las personas poco atractivas sobrevaloran su aspecto? ¿Quizá porque quieren mantener una imagen positiva de sí mismas y por eso se engañan? Investigaciones anteriores han demostrado que las personas tienden a no creer u "olvidar" los comentarios sociales negativos, lo que parece ayudarles a mantener su autoestima.
En un intento de descubrir estas respuestas, Greitemeyer realizó un estudio con el objetivo de poner a los participantes en una mentalidad positiva en lugar de defensiva antes de que valoraran el atractivo. Para lograrlo, planteó a los participantes preguntas que indicaban partes de su personalidad que no tenían nada que ver con el aspecto físico.
Sin embargo, esta técnica no modificó la valoración que los participantes hacían de sí mismos, lo que sugiere que las personas poco atractivas no sobrevaloran su aspecto por actitud defensiva.
Ver también: Conoce a Sariel, el arcángel príncipe de DiosY los estudios siempre llegaban a la misma conclusión: las personas poco atractivas sobrestiman su atractivo. Además, Greitemeyer también descubrió que las personas poco atractivas eran peores a la hora de diferenciar entre personas atractivas y menos atractivas.
Ver también: La primera función de la motosierra te asustaráEn resumen, sigue siendo un misterio por qué exactamente las personas poco atractivas sobrevaloran su propio aspecto. Y el autor concluye que, por mucho que la mayoría de la gente sea capaz de juzgar el atractivo de los demás, "parece que los que son poco atractivos no saben que lo son".