Michael Jackson es uno de los grandes nombres no sólo de la música, sino de toda la industria del entretenimiento, sirviendo de inspiración a innumerables artistas y producciones hasta hoy, más de 10 años después de su muerte. El Rey del Pop tuvo una carrera astronómica, incomparable y controvertida.

En vida, la estrella también fue conocida por los misterios de su vida personal, por lo que tras su muerte, se revelaron nuevos detalles. Sin duda, una de las partes más discutidas de la vida de Michael Jackson fue su apariencia y sobre todo su cambio a lo largo de los años. Una mezcla de procedimientos estéticos y problemas dermatológicos llevaron al artista a ser uno de los másreconocido, y debatido, en el mundo.

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Una vida de cambios estéticos

Michael Jackson empezó a tener adicción a alterar su aspecto al principio de su carrera. Personas cercanas al cantante afirmaban que su intención era eliminar cualquier rastro que hubiera heredado de su padre, Joe Jackson, que le maltrataba.

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En los años 70, a la edad de 19 años, se sometió a su primera cirugía plástica, empezando por una rinoplastia. No satisfecho con los resultados de la intervención, Michael Jackson se sometió a más cirugías y acabó desarrollando problemas respiratorios como consecuencia de ello.

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En la década siguiente, tras el lanzamiento y el éxito de Thriller, la estrella dejó de llevar el pelo a lo afro y empezó a maquillarse con un tono más claro que su piel. Además, se operó de nuevo la nariz y se implantó rellenos en las mejillas.

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En los años 90, su aspecto cambió radicalmente, lo que conmocionó a los fans. Ahora, Michael Jackson tenía la piel blanca, supuestamente debido al vitíligo, y se ponía implantes en la barbilla. Al mismo tiempo, empezó a llevar pelucas.

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Consecuencias

A principios de la década de 2000, el artista se sometió a aún más procedimientos y tuvo que llevar un implante de nariz y una faja nasal que impedía que los fluidos de una operación fallida se filtraran a su boca. Incluso con tantas transformaciones, Michael Jackson se negó a decir que se había sometido a cirugía plástica en la cara.

Sin embargo, en el momento de su muerte en 2009, Michael Jackson se había sometido a más de 100 cirugías y procedimientos, entre los que se incluían una operación completa de nariz, bótox, rellenos, blanqueamiento de la piel, implantes de pómulos y cambios en la boca, entre otros.

Así que, tras su muerte, los expertos se plantearon la cuestión de qué aspecto habría tenido Michael si hubiera envejecido normalmente, sin intervenciones cosméticas. Éste sería el resultado:

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