El chimpancé Travis es un animal de Connecticut, Estados Unidos, que fue adoptado con sólo 3 días de vida por Sandra (Sandy) y Jerome Herold. Esto ocurrió en 1995, cuando la pareja recibió una llamada de Connie Casey, una criadora de Missouri, diciéndole a Sandy que "Su bebé ha llegado, es un niño".

La futura tutora y madre adoptiva recogió al animal en casa del criador. En el lugar, la pareja conoció al chimpancé y le puso el nombre del cantante Travis Tritt.

El mono siempre estuvo muy mimado y nada más llegar a casa, en brazos de su dueña, le amamantaron con biberón, y poco después le acostaron en una cuna. A los tres meses, ya era capaz de andar con las piernas y los brazos, ir al baño y lavarse los dientes.

Además, sus dueños solían comprarle ropa para que se la pusiera. Travis podía abrir puertas con llaves, regar las plantas y dar de comer a los caballos de su dueño. Otra característica del animal era su pasión por los helados, por lo que aprendió a observar los camiones de helados de la región.

El comienzo de la tragedia

La hora

Aunque había engordado mucho y llevaba una vida feliz y tranquila con sus dueños, que habían reformado su casa para acogerlo, parecía que aún no habían domesticado del todo al animal. Un episodio pareció colaborar a ello.

En 2003, cuando el mono iba con su familia en un coche, acabó escapándose. Al parecer, el chimpancé se asustó y salió del vehículo para perseguir a un hombre. Fue necesaria la intervención de la policía para meter al mono dentro del vehículo varias veces, pero acabó saliendo por la otra puerta.

Durante horas, la policía utilizó galletas y helados para atraer al animal. Los propietarios dijeron que Travis era civilizado, estaba entrenado para usar el baño y se sentaba a la mesa a beber vino. Ese día, el chimpancé fue rescatado y nadie resultó herido.

Por ello, en 2004 entró en vigor en Connecticut una ley que impide adoptar como mascotas a primates de más de 23 kilos. Sin embargo, Travis siguió viviendo con sus dueños.

El incidente mortal del chimpancé Travis

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El 16 de febrero de 2009 ocurrió otro accidente, esta vez con trágicos resultados. El chimpancé Travis llevaba las llaves de casa de sus dueños cuando enloqueció. En ese momento, Charla Nash, una amiga de la familia, llegó a la casa y se ofreció a calmar al animal. Llevaba los juguetes favoritos del mono y éste enloqueció al verlos.

Travis la atacó, arrancándole las manos, la nariz, los labios y los párpados. Sandra, intentó salvar a su amiga utilizando un cuchillo de carnicero para atacar al animal, pero fue en vano. Carla quedó desfigurada.

Sandra llamó a la policía, que al llegar al lugar disparó al animal después de que intentara entrar en un vehículo. El animal murió en el acto y, según el examen de la autopsia, había ingerido Xanax, un ansiolítico.

Recuperación de Charla Nash

Hoy

A pesar de la suerte que tuvo de sobrevivir al incidente, Charla Nash tuvo que someterse a varias cirugías reconstructivas, incluido un trasplante de cara en mayo de 2011. Además, quedó ciega y le amputaron las manos.

Los médicos intentaron trasplantar nuevas manos durante la operación que reconstruyó el rostro, pero debido a complicaciones, el proceso no se llevó a cabo.

Además, la familia de Charla intentó demandar a Sandra Herold por 50 millones de dólares, y presentaron una demanda contra el Estado. Para ellos, el ataque pudo ser evitado por las autoridades. En noviembre de 2012, la víctima recibió unos 4 millones de dólares tras el acuerdo.

Debido a Travis, se creó el proyecto de ley Captive Primate Safety Act (Ley de seguridad de primates cautivos) para incluir a monos y lémures en la lista de animales cuya compraventa está prohibida en Estados Unidos. La excepción serían los zoológicos y las instituciones de investigación. Sin embargo, el proyecto nunca fue aprobado por el Senado del país.

Fuente: Aventuras en la Historia