La historia de Betty Broderick y uno de los peores divorcios de la historia

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El 5 de noviembre de 1989, Betty Broderick entró en casa de su ex marido Dan Broderick -en San Diego, California, EE.UU.- y les disparó a él y a su esposa. Ambos murieron en la cama, tendidos.
La historia se convirtió en un pararrayos para quienes habían sido abandonados alguna vez en su vida, especialmente por la narración de Betty, que mantenía a su marido mientras él la engañaba con una mujer mucho más joven.

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PublicidadHasta la fecha, algunos han llegado a ver en Betty Broderick a una auténtica heroína cuya venganza era totalmente justificable; otros la han considerado una asesina despiadada.
Dan y Betty Broderick
Elisabeth Anne Bisceglia nació el 7 de noviembre de 1947 en Brooklyn, Nueva York, Estados Unidos, en el seno de una familia muy católica.
Ver también: Este test del Efecto Mandela hará que tu cerebro se vuelva locoLos planes de Betty cambiaron a los 17 años, cuando conoció a Dan Broderick durante un partido de fútbol americano en Notre Dame, Pittsburgh. Enamorados, los tortolitos se casaron en 1969.
Durante el tiempo que estuvieron juntos, Betty apoyó a su marido en todo momento. Mientras asistía a la Facultad de Derecho de Harvard, daba clases en escuelas primarias y cuidaba niños, Betty siempre encontraba tiempo para dedicárselo a su marido.
Cuando Dan terminó la universidad, la pareja se trasladó a La Jolla, California. Allí, la familia empezó a crecer y Betty se vio obligada a renunciar a algunos de sus sueños para atender a quienes necesitaban su presencia.
Ver también: 5 frases inspiradoras de Full Metal Alchemist para tu vidaInstalado en su nuevo hogar, Dan Broderick se convirtió en empresario: montó su propia oficina y, con sus servicios, empezó a ganar más de un millón de dólares al año. La pareja lo tenía todo para ser feliz, pero la relación, poco a poco, empezó a desmoronarse.
Sospechas
Betty empezó a sospechar que su marido tenía una aventura en 1983, después de que ascendiera a su recepcionista Linda Kolkena, de 22 años, a asistente personal. En aquel momento, Kolkena, que no tenía cualificación para el puesto ni experiencia, alimentó aún más las sospechas de Betty.
Aturdida por la duda, en un momento dado Betty tuvo un ataque: quemó parte de la ropa de su marido y rompió un equipo de música. En respuesta, Dan interpuso una demanda solicitando una orden de alejamiento.
A pesar de que el tribunal accedió a su petición, Dan acabó, una vez más, sorprendido por un nuevo ataque de Betty, que fue detenida durante 72 horas. El divorcio se formalizó poco después. Dan se quedó con la casa y los tres hijos.
"Se llevó mi casa, mis hijos, mi dinero", dijo Betty en una entrevista con The New York Times en 1991.
El asesinato de Dan Broderick y Linda Kolkena
La historia adquirió nuevos contornos en 1989, cuando Dan y Linda Kolkena se casaron. Ese mismo año, Betty, que acababa de comprar una pistola, utilizó las llaves de su hija para entrar en casa de su ex marido. Dan y Linda fueron asesinados a quemarropa.
Durante el juicio, que tuvo lugar en otoño de 1990, Betty Broderick afirmó que sólo quería dispararse delante de la pareja, pero que disparó intuitivamente a Kolkenka cuando la joven empezó a gritar.
Betty fue condenada a cadena perpetua. Hoy se encuentra en una institución para mujeres. Está previsto que en 2032 se celebre una nueva vista para reevaluar el caso. El breve resumen que aquí se hace ha sido inmortalizado en numerosas ocasiones, aunque la más reciente en la serie de Netflix Dirty John , donde Betty es interpretada por la actriz Amanda Peet.